"Bienvenid@ seas Amig@. Te saludo. Espero que tu visita te lleve a lo que buscas y que se repita una y otra vez convirtiéndose en costumbre; que el Universo una nuestros Caminos y podamos disfrutar del regalo de Bosques y Ríos, Montañas y Glaciares, de nuestros hermanos de las familias del Aire, la Tierra y el Agua, de nuestros Arcos y Flechas... Que seamos uno más del Pueblo de las Gentes del Sueño, la Tribu sin fronteras que viaja por nuestra Madre Tierra con el corazón en la mano y una sonrisa de Paz en la mirada."


lunes, 11 de marzo de 2013

Tras los pasos del Corzo


Nos dirigimos como la pequeña tribu que somos a explorar los territorios de la Cabaña de los Pájaros. De nuevo la primavera se acerca, y por tanto el tiempo de realizar escapadas al refugio de verano. Caminamos los Bosques una buena parte de la tarde, rastreando. Por aquí andan el jabalí, el zorro, la gineta, la liebre, la ardilla... No encontramos rastro alguno del Corzo, aunque sabemos que ahora hay algunos en la zona.


Tras el rastreo, llega el momento de soltar mis Halconas al vuelo. Verna y yo jugamos sin pausa, lanzando a las alegres voladoras contra el parapeto, que ondea oscilando al Viento de la marinada que sopla como todas las tardes... es un blanco en movimiento.


Y así paso el tiempo hasta que la noche oscura sin luna difumina la diana que desaparece en la oscuridad absoluta, cuando incluso encajar el culatín en una cuerda sin nock ni marcas resulta complicado aún guiándome casi exclusivamente por el tacto. Las flechas vuelan ahora hacia la oscuridad profunda e impenetrable arropadas por el brillo de alguna estrella en el cielo del ocaso.  Y en la última de ellas siento esa mirada: la que se va con la flecha hasta tocar el pequeño punto blanco. Un acierto total, un pleno...en plena noche. Y entonces pienso de nuevo en el Corzo: mañana será otro día, una nueva oportunidad de encontrarlo por difícil que sea.

Utilizo una linterna frontal para hacer la foto... sin ella no habría imagen! :)

Pasó la Noche. Ya amanece. El Sol se levanta cansino entre los trinos coloridos de los amigos alados que saludan al día. Nos dirigimos a las carenas de la sierra para poder otear desde el altozano como hace el hermano Lobo... quizás así haya más suerte...cambiando de estrategia, ampliando horizontes...

 Ya no nos acompañan Verna y las Halconas, no tienen ningún cometido en "nuestra caza"... Nuestro equipamiento es sencillo: tan sólo unos prismáticos y mi cámara. Nos movemos lentamente y en silencio. Escudriñamos paso a paso las huellas y rastros... seguimos el paso del animal que se nos resiste. Somos testigos del vuelo de las nubes que llegan desde los Pirineos, del azul intenso del cielo, del viento que hoy es más fuerte y nos arroja rachas impetuosas...de los verdes de las praderas, el gris de las rocas de arenisca y los marrones del bosque mediterráneo, de los cantos de los carboneros, el graznido del cuervo que nos sobrevuela... completamente inmersos en la Naturaleza.


Por un momento mi compañera dice haber visto a dos de ellos. Pero yo no he conseguido verlos. Al llegar a su posición los tímidos herbivoros ya se habían escondido en la espesura de un bosquecillo. Pequeño tampoco los ha visto, él andaba jugando con las piedras y las ramas de los árboles. Se va haciendo tarde... decidimos marcharnos. Deshacemos nuestros pasos y montamos en el coche. Pisteamos sin prisa... mis ojos escudriñan todavía cada rincón entre los árboles...no pierdo la esperanza y siento esa mirada...

 Y de repente...


El hermano Corzo cruza velozmente a grandes saltos la pista!!...Reímos y celebramos, nuestras sonrisas se desencajan... nuestros ojos brillan y los corazones rebosan felicidad!...Están aquí ...y están vivos!!!

Tan solo esperamos que así continúen mucho tiempo. Sin que nadie les arrebate la Vida.